El paso de un cierto tiempo pone en perspectiva algunas vivencias difíciles de valorar en el momento, y es por eso que de forma intencionada hemos dejado pasar unos días para no perdernos en la precipitación del ahora y de lo instantáneo.
El pasado viernes 19 de enero, el IES San Pedro de Alcántara puso punto y seguido a la visita del Erasmus formado por cinco alumnos y dos profesoras portuguesas. Punto porque se terminó y seguido porque tendremos una esperada secuela allá cuando nuestro alumnado vaya a su centro en marzo. Fue un día de convivencia y cultura, que nos permitió compartir experiencias y conocimientos con nuestros compañeros y amigos lusos.
Por la mañana organizamos una ambiciosa y atractiva actividad: un taller rotatorio en el que nuestros alumnos de 3 de ESO y los alumnos portugueses se dividieron en cinco grupos. Cada grupo realizó una actividad diferente, relacionada con las competencias digitales y artísticas. Así, editamos un podcast , imprimimos en 3D unos llaveros personalizados, diseñamos y cortamos unos vinilos con la cricut para customizar una gorra, editamos un video con croma poniendo en práctica nuestra competencia lingüística y escribimos y dibujamos un mural con una reflexión final sobre lo vivido durante la semana.
En torno a las 12:00 , disfrutamos de la gastronomía y el folclore de nuestra zona. Nos deleitamos con el dulce típico de las fiestas de San Antón de Brozas, unos buenos fritos, que nos regaló la Asociación de mayores, y nos maravillamos con el baile del cordón, que nos mostraron nuestros alumnos junto con la Asociación Jumadiel. Fue un momento de diversión y de intercambio cultural, en el que todos pudieron sentirse parte de la tradición.
Por último, pusimos la guinda con una comida de convivencia en la que entregamos el certificado a nuestros amigos portugueses. Fue un gesto de agradecimiento y de despedida, que nos emocionó a todos. Algunos no pudimos contener las lágrimas, propias de despedir a alguien que ha formado parte de la familia del San Pedro con la intensidad propia de las grandes aventuras emocionales.
En definitiva, fue un día de trabajo intenso, pero también de alegría y de amistad. Un día que nunca olvidaremos. Seguimos trabajando, seguimos aprendiendo
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